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Tripartito del que sólo resta el neto. Dicho dado, de forma prismática, se rompió en dos partes al caerse del zócalo. El fragmento más pequeño (frag. n° 1) contiene el ángulo inferior izquierdo del bloque. En el fragmento n° 2, el ángulo superior izquierdo está muy deteriorado. Desperfectos importantes por toda la superficie. En su lateral izquierdo, puede verse la marca producida para la inclusión de una grapa metálica en forma de P. La reunión de los dos fragmentos permite reconstruir el paralelepípedo, aproximadamente 90 cm de altura por 55 cm de anchura y 44 cm de grosor
ordinatioque pueden observarse tras la
D. La paginación es muy semejante al del texto anterior
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A Lucio Emilio Ataesón, por disposición testamentaria de Cornelia Neilla, los herederos de ésta (lo hicieron)
La primera publicación sólo pudo utilizar el fragmento 1 (Magallón Botaya et al. in: hered[es ---].
Sobre otro pedestal tripartito se erigía la efigie de un notable local más, denominado de nuevo por sus tria nomina: Lucius Aemilius Attaeso. Este monumento honorífico también había sido erigido por los herederos de Cornelia Neilla al mismo tiempo que los precedentes, sin que se puedan intuir las razones que motivaron dicho homenaje.
Puesto que el elogio, breve, no especifica su carrera, todo lo que se puede saber del dedicado es que se trataba de un ciudadano romano de origen indígena. Su gentilicio, Aemilius, bastante frecuente en la Península Ibérica, forma parte de los nomina considerados de romanidad antigua. Sin embargo su cognomen, Attaeso (citado en dativo en la inscripción Attaesoni) carecía de paralelos en al descubrirse la inscripción y sigue sin tenerlos años después.
Las hipótesis sobre su composición y origen se han ido afinando: se trata de un antropónimo indígena compuesto por dos elementos. El primero, atta, se atestigua abundantemente en las lenguas indo-europeas, incluido el latín (Atta, ata, atia significa padre en varias lenguas indoeuropeas, incluso en vasco (aita): cf.